miércoles, 9 de enero de 2013

EL VENENO BURGUÉS: NACIONALISMO
“Los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no tienen”                                                                          El viejo barbudo de Tréveris.

El último conflicto de gran asonada entre los dos países limítrofes con pasado de guerra en sudamérica, chile y perú (se explota de igual forma al proletariado en ambas partes de la raya), ha tenido como detonante el litigio judicial internacional entablado por peru en contra de chile por los tan famosos “límites marinos”. Los compañerxs y hermanxs proletarios de chile redactaron un artículo en donde se desenmascara la intención y amenaza chauvinista promovida por la burguesía chilena para alimentar los odios contra los “peruanos”. De igual forma, días anteriores, se vivía ese mismo clima gaseoso y podrido emanado de la burguesía peruana y sus cucufatos de la prensa en contra de los “chilenos”. En ambos casos, y como ha sido a lo largo de la historia, es la burguesía quien mueve cielo y tierra, se vale de todas las artimañas y engaños posibles orquestando junto con sus dos manos, izquierda y derecha, y sus instrumentos, centrales y sindicatos, para apoderarse de las masas de desposeídos para engatusarlos y clavarles con su veneno: el nacionalismo.
Aquella vieja guerra (en realidad un conflicto entre capitales franceses e ingleses que se disputaban la propiedad del guano y salitre y las respectivas burguesías títeres de ambos países en la dirigencia de la batalla) llevo a la muerte tanto a trabajadores como campesinos peruanos y chilenos, siendo tales muertes y devastación  un medio para conseguir el fin nunca satisfecho de los parásitos burgueses: el asqueante afán de siempre poseer más. Esa derrota y esa victoria la mantienen y alimentan la burguesía y sus respectivos ideólogos (historiadores, sociólogos, intelectualoides en general y por supuesto los milicos) para tener “presente” en la “conciencia nacional” esa guerra y lo que significó(significancia para ellos, olvido para nosotros). “Ganamos el territorio a sangre y fuego”, escuché a un hermano del trabajo de $hile al ser entrevistado en televisión; “se tiene que respetar el territorio porque es nuestra soberanía  y recuperar  tacna y arica a los rotos”, decía un trabajador de p€ru. En ambos casos se puede ver que la ponzoña burguesa va penetrando en el proletariado. Y más aún cuando se incentiva este paroxismo xenofóbico de odio nacional con el fin de manejar a los trabajadores para cumplir con los planes de las burguesías de uno y otro lugar, esos intereses de estos miserables canallas que lo único que buscan en la vida y en la sociedad es acrecentar su propiedad y por ende su riqueza a costa de todo lo que se ponga en frente o quienes se pongan en su camino.
¿Y solamente es un tema de geografía en donde se debate quien tendrá más espacio en un pedazo de papel en los mapas? Por supuesto que no. Los estados, como sabemos, obedecen, siguen y cumplen las directrices de las clases dominantes en cada “nación”, siendo más claros, de nuestros enemigos históricos, aquellos que sonríen y toman fotos cuando nosotros poco a poco nos llenamos de ira y odio contra ellos. No es un secreto en esta parte de la línea que son contados con los dedos de las manos, seis específicamente,  los “grupos” que explotan (depredan es la palabra correcta) los recursos marinos, específicamente una gama de pescados para la harina, teniendo una ganancia anual de 134 millones de dólares, con el total beneplácito y gusto de la administración, ya que aquellos “grupejos” son los principales financiadores de la fauna política (Romero, uno de los principales burgueses, fue testaferro de García, presidente dos veces y quién además es amigo personal de piraña). De igual forma en chile, son nueve los grupos que manejan el 90% de la pesca industrial reportando 1 200 millones de dólares anuales, ganando además una ley con un expreso lobby a favor de estos grupos (¿y cuándo no ha sido así en la “democracia burguesa”?). Presentados los principales protagonistas de este “drama judicial”, son estos mismos pendejos con intereses enfrentados quienes recurren a sus respectivos estados para que éstos salgan a proteger a aquellos.  Vemos que tal “pedazo de mar” es un exquisito pescado para estos tiburones y sus fauces ya que significaría ampliar su depredación sin ninguna traba ni dificultad además de todo el cuento conocido de los gobiernos como es la “soberanía del estado-nación”, “ la historia”, “el derecho”,  “el pueblo y su territorio”, etc.
¿Y los Proletarios? Chile sufrió un golpe de estado de un remedo fascista como fue Pinochet, masacrando, torturando y asesinando y desapareciendo a trabajadores y estudiantes, formando un estado ideal para la burguesía nacional como para los “organismos extranjeros de economía”, leyes contra los trabajadores y estudiantes con el único fin de mantener el control y la sumisión de trabajadores. En perú  la cosa no fue tan distinta, un títere de la burguesía como lo fue Fujimori también secuestró, desapareció y mató, arreglando todo el orden “jurídico” para que “La flexibilización laboral” pueda ser un instrumento adecuado a favor de los despidos, subcontratación, explotación terrible en sectores específico como el agroindustrial, etc. En ambos casos la justificación de tales regímenes y de las burguesías propiamente es “el desarrollo del país” (desarrollo que acá en perú, en chile, europa, china y en cualquier parte del globo no significa más que explotación, represión y miseria para la falange obrera y lujos y riqueza para  los parásitos de los proletarios).
¡Las cacatúas y papagayos de la prensa repiten el discurso de la clase dominante, la derecha e izquierda se unen en “unidad patriotera, unidad nacional” y las centrales y sindicatos los secundan! ¡No nos separan unas líneas en los papeles como son los mapas, nos une nuestra situación de vida, de desposeídos, de esclavos del capital, somos hermanos del trabajo! ¡Nuestra lucha no es en contra de nosotros mismos sino contra aquella piara de cerdos poseedora y explotadora!.
Siendo esclavos de la dictadura de la mercancía, apátridas como somos, no debemos caer en estas provocaciones de la ponzoña burguesa, de su estado y aparato ideológico (loros de la prensa hablada y rufianes de la palabra escrita, intelectualoides y milicos con sus cuatro palabras aprendidas de memoria), no dejarnos seducir por el “nacionalismo progresista” como se jactan los politiqueros del capital, diestra y siniestra, y sus lacayos como son los dirigentes y los sindicatos como centrales mismas. A lo largo de la historia este veneno le ha costado sangre a la clase obrera, bastando recordar la primera carnicería mundial.
¡LOS MISMOS AMOS TENEMOS! ¡NI PATRONES NI PATRIAS!
¡LOS PROLETARIOS CONTRA EL CAPITAL!


proletariosantiacademicos.blogspot.com

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